Nos desviamos un poco de nuestro ámbito y producto, pero vemos imprescindible ayudar con estos pequeños consejos para ahorrar en la factura de la luz, ahora que está en tendencia por una gran subida.
En 2020 cada familia española gastó de media 1.130 euros para la energía de uso doméstico. Según el X Índice de Eficiencia Energética en el Hogar, elaborado por la Fundación Gas Natural Fenosa, los hogares españoles pueden ahorrar de media casi 300 euros anuales, llevando a cabo sencillos consejos. Estos son algunos de ellos, imprescindibles para ahorrar hasta un 27% en tu factura de luz.
Una buena parte de lo que pagas en tu factura es la potencia contratada, cada 1,15 Kw de potencia suponen casi 50 euros al año. Revisa la potencia eléctrica contratada y ajústala a tus necesidades. ¿Cómo? Revisando las potencias de todos los aparatos de tu hogar para así calcular tu mayor consumo.
Según la OCU un hogar medio puede ahorra al año 70 euros por tener la tarifa con discriminación horaria. Si más de un 28% de tu consumo eléctrico tiene lugar entre las 22.00 y las 12.00 horas del día siguiente (23.00 a 13.00 horas en horario de verano), esta puede ser una opción para ti. Valora que puedes programar muchos electrodomésticos para que funcionen durante las horas de tarifa reducida: lavadoras, lavavajillas…
Apaga luces y evita la función stand by de electrodomésticos. El consumo silencioso sale más caro de lo que crees. Apaga totalmente televisiones, ordenadores y equipos de música y ahorrarás un 10% de todo lo que consumes. En una factura de consumo medio (3.500 kWh/año), esto significa un ahorro de 52 euros.
Aproximadamente la mitad del consumo energético se debe a la calefacción. Regula la calefacción y el aire acondicionado a una temperatura adecuada, entre 19 – 21 ºC en invierno y entre 24 – 26 ºC en verano. Aumentar en un grado la temperatura del termostato en invierno (o reducirla en un grado en verano) puede incrementar el consumo en torno a un 7%. Durante la noche y cuando no estés en casa, ¡no apagues la calefacción! Mantener una temperatura constante te ayudará a controlar tu factura.
Tanto el frío como el calor se transmiten a través de las ventanas y suelos. El 40% de las pérdidas de calor del hogar se produce por las ventanas. Además de aislar ventanas, durante el invierno, puedes utilizar cortinas y alfombras para eliminar los puntos fríos. Una acción tan sencilla puede repercutir en el ahorro de hasta un 25% en la factura de la calefacción.
Configura la temperatura del frigorífico en el intervalo entre 3ºC y 7ºC y el congelador a -18ºC. Por cada grado que bajas la temperatura, aumenta un 5% el consumo.
Hoy en día, todos sabemos que sustituir las bombillas incandescentes y halógenos por LED nos ahorrará entre el 80 y el 90% del consumo eléctrico en iluminación. Además, la vida útil de los LED es muy superior (30 veces más que las primeras y 15 veces más que las segundas), el encendido es inmediato y suelen estar garantizados. Las lámparas halógenas utilizan 10 veces más electricidad que las bombillas de bajo consumo o las led. Claro, son más caras, pero se amortizan mucho antes de que termine su vida útil (entre 8.000 y 10.000 horas).
¿Sabías qué electrodomésticos de clase A o superior, especialmente en el caso del frigorífico, consumen en torno a un 70% menos que un modelo de clase media? Elige tus electrodomésticos pensando también en cómo ahorrar energía.
La lavadora consume un 11,8% de la energía. Trucos tan sencillos como usar la carga completa, utilizar el programa de lavado en frío o utilizar los ciclos de lavado cortos permite ahorrar energía y consumir menos agua. Usar la lavadora a temperaturas entre 30ºC y 40ºC (40-60 no son temperaturas bajas) implica un ahorro del 40% en luz.